Resulta alarmante que se cierre cuando hace unos meses, en los presupuestos participativos, el Consell Escolar votó por un local recreativo para adolescentes.
A través de la contraportada de la revista Berca hemos conocido que el Centro de Ocio (conocido como Espai Jove) situado en la C/Les Escoles cierra por decisión del equipo de gobierno. Ahora se convertirá en una sala cerrada al público que las asociaciones podrán solicitar para el uso que consideren, pero nada más.
Se esfuma así la zona recreativa compuesta por videoconsolas de última generación, billar, futbolín, juegos de mesa, ordenadores con conexión a internet, revistas temáticas y un espacio donde reunirse con los amigos para pasar la tarde y disponer de una alternativa de ocio saludable y segura.
Con ello, se esfuma también la inversión que realizó el anterior gobierno del Partido Popular por adecentar el local y dotarlo del mobiliario y los recursos necesarios para ofrecer el servicio. Poco a poco, desde la entrada del nuevo gobierno, pudimos comprobar como el horario del centro de ocio iba mermando. Las alternativas en viernes o sábado por las noches desaparecieron.
Ahora lo cierran definitivamente, por lo que los usuarios sólo dispondrán de una oficina de información que se ha trasladado al edificio del Mercado Municipal, un servicio que ya se ofrecía en el Centro Polivalente.
La Concejalía de Juventud encabezada por Palma Egido no ha hecho más que ir de fiasco en fiasco. Recién llegada al equipo de gobierno suspendió la Algecampus y dejó plantados a cerca de 150 usuarios habituales. El mantenimiento de las redes sociales del Espai Jove y de la página web es nulo y ya prácticamente no se ofrece información de interés para los jóvenes (becas, ayudas, cursos, ofertas de empleo, donaciones de sangre, actos solidarios, culturales o festivos, etc.). La nefasta política comunicativa del consistorio y el solape de actividades provocó que la iniciativa del Festival de Arte, Cultura y Tecnología (FACT) contara con más gente encima del escenario que abajo durante los conciertos. Y la última es cerrar el único lugar del que disponían los jóvenes en Algemesí como alternativa de ocio.
Lo realmente alarmante es que hace unos meses, mediante los presupuestos participativos, el Consell Escolar votó la propuesta de dotar a Algemesí de un local recreativo para adolescentes, y ahora nos cierran lo más parecido que teníamos. Este gobierno no cree ni en la juventud ni en la participación.