Nek Romero tomó la alternativa de manos de enrique Ponce en Valencia el 9 de octubre. El de Algemesí llevó a cabo dos importantes faenas, pero perdió las orejas por culpa de la espada. Lidió dos toros descastados de Garcigrande y Juan Pedro Domecq.

Carlos Bueno.-  Se marchaba un mito consagrado y llegaba un proyecto ilusionante. De valenciano a valenciano, Ponce cedía el testigo a Nek en una emotiva ceremonia de alternativa que fundía pasado, presente y futuro de la tauromaquia. Uno lo ha sido todo en el mundo de los toros, el otro tiene condiciones para ser torero importante. El 9 de octubre de 2024 es ya la fecha de una despedida histórica. El tiempo dirá si se produce el milagro y también es recordado como el día de la llegada de un nuevo prodigio. Por lo acontecido sobre la arena, todo indica que puede serlo.

Al final de la corrida el eterno Enrique Ponce abandonó el ruedo como merecía, rodeado de aficionados y de toreros, con fuegos artificiales de fondo y la emoción inundando la Valencia taurina. El de Chiva cortó una oreja a su primer toro; nada pudo hacer frente al segundo, que se quedó totalmente parado; pidió el sobrero y le cortó las dos orejas después de una gran faena.

Nek Romero tomaba la alternativa con “Pisaverde” de Garcigrande, marcado con el número 506 y negro de capa, que salió muy suelto en el recibo y no le dejó lucirse. Brindó a su hermano e inició por abajo su primera faena, aguantando sin inmutarse un parón de infarto que ponía a prueba su valor. Le costó un mundo continuar embistiendo al astado, pero ni tal circunstancia ni el molesto viento pudieron con su férrea voluntad. Tragó lo indecible atornillado a la arena para robarle un manojo de muletazos que parecían imposibles, se la jugó en las ajustadas manoletinas finales poniendo el corazón en un puño a los espectadores y luego pinchó antes de enterrar el estoque y aún tener que descabellar.

No tenía intención de moverse el sexto, pero Nek le provocó con autoridad en los medios, sin importarle el molesto viento que hacía flamear su muleta. Y le arrancó media docena de medias embestidas, muchas de ellas quedándose parado a la altura de la taleguilla sin que al de Algemesí pareciera importarle lo más mínimo. Aguantó una y otra vez impávido y volvió a resecar las gargantas del público. Resolvió con soltura momentos de apuro e imprimió variedad a su quehacer. Todo con el máximo compromiso y la mejor actitud, pero la espada se le volvió a atragantar. Un pinchazo precedió a un intento de matar sin muleta antes de la media estocada definitiva.

Talavante, testigo del doctorado, cortó una oreja del primero de su lote, que fue el único que se dejó torear.

Ficha del festejo:

9 de octubre de 2024, Valencia, festividad de la Comunidad Valenciana. Lleno. Tres toros de Garcigrande (1º descastado, 2º manejable y 3º colaborador) y cuatro de Juan Pedro Domecq (4º manso, 5º descastado, 6º desrazado y 7º bueno).

Enrique Ponce, que se despedía: oreja tras aviso, saludos y dos orejas tras dos avisos.
Alejandro Talavante: oreja y silencio.
Nek Romero, que tomaba la alternativa: palmas tras dos avisos y vuelta al ruedo.

Cuadrillas: Se desmonteraron Ambel Posada tras banderillear al 5º, Víctor del Pozo en el 7º y Fernando Sánchez en el 2º, en el 4º y en el 7º.

Incidencias: Nek Romero vistió de nazareno y oro con un bordado en la taleguilla de ramitas de romero.