Marco Polope, Juan Zamora y Olga Casado se reparten una oreja de una buena novillada de José Cruz.

Carlos Bueno.-  Está sin caballos pero estuvo en figura. Con capote y muleta le salió todo bien, no por casualidad sino porque, entre otras cosas, supo cómo hacerlo para que así sucediera. Evidentemente también porque sorteó el ejemplar con más clase de un buen encierro de José Cruz. Pero ojo, hubo que hacerle las cosas perfectas para afianzarlo y que acabara sacando su magnífico fondo, porque de salida pareció lastimarse una mano y nada hacía presagiar que fuese a más, como acabó ocurriendo.

Inició su faena por arriba, sin obligar al animal, para llevarlo con suavidad después. Y una vez rehecho, lo citó cruzada con la muleta por delante, con la pierna adelantada, atornillada a la arena, encajada de riñones, para traérselo toreado por abajo, siempre ajustada, con exquisito temple, llevándolo muy largo. Hubo naturales eternos y toreo de rodillas ligado. Pura delicia. Se llama Olga Casado y su tarjeta de presentación había sido un hierático y ceñido quite por gaoneras. Le salió todo bien excepto la suerte suprema. Una lástima porque los máximos trofeos sobrevolaban el ambiente.

Era la tercera de feria y la primera novillada sin caballos del serial, en la que también brilló Marco Polope, que abrió el festejo con un astado manejable al que le faltó un ápice de casta para tener más transmisión. El valenciano protagonizó una labor seria y elegante, sin concesiones a la galería, por momentos muy templada y acertando a citarlo en la media distancia sin brusquedades y dejándole la muleta siempre puesta.

Juan Zamora fue todo entrega y disposición. Banderilleó con determinación e inició su quehacer en el centro del ruedo de rodillas. El novillo protestaba cuando lo llevaban por alto y cuando alcanzaba las telas, también cuando lo citaban en corto. Y todo salió mejor cuando atinó a torear con limpieza y cierto reposo. Al albaceteño no se le puede negar la voluntad. Buen pecado para un novillero el del exceso de ganas.

Jaime de Pedro no tuvo su mejor actuación. Sorteó el ejemplar con más movilidad del festejo, pero la falta de asentamiento, de firmeza y de autoridad provocó que el animal campara a sus anchas sin mando.

Cerró la tarde Juan Pablo Ibarra, que recibió a su antagonista con dos largas cambiadas de rodillas en el tercio y también de rodillas inició su trasteo con pases cambiados por la espalda en el centro. A continuación citó con decisión y seguridad, dejándose pasar muy cerca los pitones para demostrar que, además de oficio, posee valor seco. Pero el astado pasó de la casta esperanzadora al genio irreductible sin permitir la ligazón. Tuvo que descabellar después de una estocada de excelente ejecución.

 

 

Ficha del festejo:

23 de septiembre de 2024. Plaza de toros de Algemesí. Lleno. Tercera de feria. Cinco erales de José Cruz. 1º manejable, 2º bueno, 3º enclasado, 4º encastado, 5º con genio.

Marco Polope (de la Escuela de Valencia): oreja.
Juan Zamora (de la Escuela de Albacete): oreja.
Olga Casado (de la Escuela de Madrid): oreja.
Jaime de Pedro (de la Escuela de Atarfe): saludos.
Juan Pablo Ibarra (de la Escuela de Colmenar Viejo): saludos.