El novillero de Algemesí participó en la feria taurina de Fallas y cortó una oreja después de perder la puerta grande por su fallo a espadas.
Carlos Bueno.- El 14 de marzo, Nek Romero les plantó cara con determinación a sus dos novillos, dos animales bravos y exigentes a los que pudo cortarles las dos orejas, aunque no estuvo fino con el estoque y se tuvo que conformar con un apéndice. Importan las orejas, claro que sí, sobre todo cuando se es novillero, pero en este caso cuenta mucho la sensación, y ésta no pudo ser mejor. El de Algemesí acaba de comenzar y todo indica que tiene condiciones para que disfrute de un largo recorrido.
Tras su exitoso debut con picadores el pasado mes de septiembre, Nek Romero hacía su presentación con los del castoreño en Valencia. No pareció pesarle tan importante cita, y mostró tranquilidad y aplomo desde que se hizo presente para capotear con facilidad y variedad. Inició su primera labor por doblones, por abajo, largos y poderosos, imponiéndose. A continuación se plantó en el centro del ruedo para citar al natural desde la larga distancia. Apareció la emoción, que subió enteros en redondo, con la muleta más baja. Fueron cuatro tandas autoritarias y perfectamente ligadas, repletas de seguridad y autoridad. Pero la espada no entró y perdió lo que iba para doble trofeo.
El hierático quite por saltilleras al sexto era señal inequívoca de que nada podía con la intención arrolladora de Nek, que empezó su quehacer con ceñidos estatuarios y un cambiado por la espalda de infarto para rematar. Se instaló en los medios, le dio metros y lo citó, primero al natural y después en redondo, para que regresara la emoción y llevar a cabo las series más ligadas, autoritarias y por abajo de la tarde. Finalizó alternando los pases por ambos pitones cambiándose la muleta de mano antes de matar al segundo encuentro, y, en este caso, el premio quedó en singular.
Nek sorteó dos ejemplares de El Freixo, propiedad de El Juli, que fueron premiados con la vuelta al ruedo por su bravura. El 6 de mayo volverá a hacer el paseíllo en Valencia con motivo de los festejos en honor a la Virgen de los Desamparados.