Nazario Ibáñez lidió dos novillos encastados y con clase. Valentín salió a hombros, aunque la terna no siempre tuvo el acierto necesario pese a su disposición y entrega.
Carlos Bueno.- Las historia rápida y concisa de la quinta del abono de Algemesí -segunda y última novillada sin picadores de la feria- es la de dos animales encastados que no pudieron acabar de lucir, y la de cinco chavales con las mejores intenciones pero no siempre con el acierto necesario para triunfar. Otra cosa son las orejas conseguidas, que poco se corresponden con el resultado artístico del festejo.
Abrió la función a portagayola Bruno Gimeno, que a continuación banderilleó con arrojo y variedad. En principio tuvo movilidad el de Nazario Ibáñez, pero pronto se quedó a medio viaje con la cara alta. El valenciano mostró su faceta más valiente aguantando parones y miradas, pero le resultó imposible conseguir ligar los pases con un astado que además tuvo una marcada querencia a tablas.
Fue tardo y reservón el segundo, que cuando se arrancaba ofrecía tres embestidas consecutivas, pero arrollando. Tuvo mérito el planteamiento de Marcos Adame, que por momentos consiguió llevarlo sometido en una labor firme, decidida y de plantas asentadas.
No cabe la menor duda de que Sergio Moreno puso su mejor voluntad, siempre queriendo hacer las cosas bien y llegando a ligar un manojo de muletazos. Pero su disposición no fue suficiente para tapar la falta de limpieza del trasteo frente a un ejemplar encastado, con movilidad y repetidor.
Ian Bermejo, que también recibió a su antagonista en la puerta de chiqueros, fue todo entrega y valor, aunque le resultó imposible lucir con un novillo tardo y reservón que se marchaba de las suertes.
Y si fue bueno el tercero, mejor fue el quinto, con prontitud y clase, ante el que Valentín comenzó exhibiendo temple y ligazón, algo que pronto cambió por efectismos de cara a la galería y violencias que en nada ayudaron a que el animal continuara embistiendo con suavidad y profundidad. La estocada, delantera, perpendicular y desprendida, resultó definitiva, y la concesión de las dos orejas resultó inexplicable.
Ficha del festejo:
23 de septiembre de 2024, nocturna. Plaza de toros de Algemesí. Más de media entrada. Cuarta de feria. Cinco erales de Nazario Ibáñez. 1º desrazado, 2º con genio, 3º encastado, 4º manso, 5º encastado.
Bruno Gimeno (de la Escuela de Valencia): oreja.
Marcos Adame (de la Escuela de Barcelona): saludos.
Sergio Moreno (de la Escuela de Toledo): oreja.
Ian Bermejo (de la Escuela de Castellón): saludos tras aviso.
Valentín (de la Escuela de Nimes): dos orejas.