7ª de abono.- A pesar de su disposición y buenas maneras, Diego San Román y José Fernando Molina se marcharon de vacío de la séptima del abono de Algemesí, donde se lidió una noble pero deslucida novillada de Daniel Ramos.
La novillada de Daniel Ramos, preciosa de estampa, tuvo la mejor voluntad de embestir y ofreció una extraordinaria nobleza, pero no facilitó el lucimiento de los toreros porque su falta de fuelle impidió que pudieran brillar.
Resultó más manejable y obediente el que abrió la tarde, que fue a más durante su lidia. Lo entendió a la perfección Diego San Román, con una autoridad, una seguridad y un ajuste asombrosos, pero se demoró con los aceros y quedó sin opción a premio.
El segundo de su lote pareció el mejor del encierro en los dos primeros tercios, en los que apretó con clase en el caballo y acudió pronto en banderillas. Pero se sintió podido en la primera serie de muleta y sus condiciones cambiaron por completo. Marcó su querencia a tablas y ahí se acabaron las posibilidades.
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Le costaba un mundo embestir al segundo de la tarde, y José Fernando Molina realizó una faena muy larga a la que además le faltó limpieza y sobre todo ritmo. Mejoró el sentido del temple ante el que cerraba festejo, especialmente toreando al natural, pero el novillo ofreció una embestida descompuesta y pronto se desentendió de los engaños.
Ficha del festejo:
27 de septiembre de 2019, 7ª de la “Semana de Toros” de Algemesí (Valencia). Casi lleno. Cuatro novillos de Daniel Ramos, bien presentados y nobles pero deslucidos. Resultó manejable el 1º.
Diego San Román: silencio tras aviso y silencio.
José Fernando Molina: silencio tras aviso en ambos.