Puerta grande para Alejandro Chicharro y Aarón Palacio en una buena novillada de Jandilla. Ana Rita se fue de vacío tras lidiar un complicado ejemplar de Hermanos Serrano.

Carlos Bueno.-  Dejando a un lado el número de orejas cortadas, hay que convenir que tanto Alejandro Chicharro como Aarón Palacio merecieron abrir la puerta grande. El palco no tuvo ningún criterio a la hora de conceder los apéndices. Lo mismo valía una faena sin demasiada historia rematada de estocada más que defectuosa, que otra labor de gran mérito rubricada de un buen espadazo. Sin embargo, la salida a hombros de los dos novilleros hizo justicia con los méritos contraídos en el cómputo general de la tarde.

Tampoco estuvo fina la presidencia cuando premió con la vuelta al ruedo a un novillo bravucón que se repuchó del caballo en cuanto notó el puyazo sobre sí y que acabó perdiendo fuelle en el último tercio. Lo que no tapa que Jandilla lidió un extraordinario encierro con ejemplares bravos que permitieron el lucimiento de la terna.

Abrió la tarde Chicharro con un astado de buena condición pero sin transmisión por su justeza de fuerzas. El de Miraflores lo toreó con suavidad, mostrando un sobrado oficio que hizo que todo pareciese muy fácil, quizá demasiado aséptico para conectar con los tendidos. La estocada defectuosa fue definitiva y a sus manos fue a para una primera oreja sorprendente.

Otra cosa fue lo del segundo de su lote, un bravucón que salió de naja en cuanto sintió la vara del picador, al que había derribado de un topetazo. Cambió el tercio de inmediato el madrileño, previendo que pronto podía rajarse, y acertó. Aprovechó las dos primeras tandas, en las que el animal tenía fuelle, para dibujar algún natural mandón, y acabó pegándose un serio arrimón cuando el Jandilla se apagó pero se guardaba fuerzas para algún arreón inesperado.

Fue bravo el segundo del festejo, un novillo bien hecho que peleó mucho en el caballo y luego se pegó una voltereta que hizo presagiar que podía acabar con sus fuerzas. Pero el astado sacó su buen fondo para permitir a Aarón Palacio mostrar su buen concepto, repleto de torería, siempre con una colocación comprometida, cruzado y arrimándose. Inició el trasteo de rodillas para luego muletear con seguridad, temple, ligazón y por abajo. Protagonizó un manojo de naturales largos y exquisitos, y mató por arriba.

En último lugar sorteó el ejemplar más serio y descarado del encierro, incierto, siempre midiendo, topando más que embistiendo. Nada de eso disuadió al maño que mostró la mejor actitud para sacar agua de un pozo seco. No le importó recibir un par de volteretas preocupantes, él insistió con firmeza y disposición hasta robarle los pocos muletazos que tenía. La estocada ya valía de por sí la oreja.

En tercer lugar actuó la rejoneadora Ana Rita, que fue todo buena voluntad pero que se topó con un animal de Hermanos Serrano reservón, que embestía a arreones, apretando hacia las tablas y que consiguió alcanzar las cabalgaduras en varios momentos. La portuguesa clavó siempre arriba y se rehízo después de un resbalón clavando al violín que, afortunadamente, acabó sin consecuencias. Arriesgó en dos rosas finales, pero falló con el rejón de muerte.

Ficha del festejo:

24 de septiembre de 2024. Plaza de toros de Algemesí. Lleno. Quinta de feria. Cuatro novillos de Jandilla desiguales dentro de una buena presentación (1º manejable, 2º bravo, 4º bravucón, 5º con genio) y uno para rejones de Hermanos Serrano (lidiado en tercer lugar: complicado)

Alejandro Chicharro: oreja y oreja tras aviso.
Aarón Palacio: oreja con petición de la segunda y oreja.
Ana Rita: silencio tras aviso

Cuadrillas: Juan Carlos Rey se desmonteró tras banderillear al 4º.