Carlos Bueno
Una oreja para El Jareño tras una faena autoritaria al eral menos claro de un buen encierro de Daniel Ramos. Santiago Sevilla puso empeño pero evidenció falta de oficio.
El Jareño iniciando una revolera para rematar con el capote. MOISÉS CASTELL
El ganadero castellonense Daniel Ramos puede estar contento con el juego de sus pupilos en Algemesí. Es verdad que en el festejo no se cortaron muchas orejas y eso puede hacer pensar que la novillada no fue buena. Pero lo cierto es que fue mejor de lo que pudo parecer porque no siempre se acertó con los planteamientos de faena y eso condicionó para mal su postrer comportamiento. La clase en las embestidas, su manera de emplearse por abajo, fue la cualidad más sobresaliente del encierro, del que cabe destacar sobre todo al lidiado en segundo lugar.
El único apéndice de la tarde fue para Pedro José Aguilar “El Jareño”, que mostró decisión y autoridad para mantener en el centro de la plaza al tercero del festejo, que marcó querencia a salir suelto hacia tablas desde que asomó por chiqueros. El malagueño acabó protagonizando una faena interesante y entregada que rubricó de buena estocada. El primero se le coló varias veces por el pitón derecho, y El Jareño intentó cuajarlo por el izquierdo pero no siempre consiguió templar sus embestidas.
Santiago Sevilla acusó la falta de oficio y pareció demasiado atenazado por los nervios. Su empeño no fue suficiente para acertar a mandar sobre sus antagonistas, con movilidad el primero de su lote y demandando más decisión el que cerraba festejo.
Ficha del festejo:
28 de septiembre de 2016. Algemesí, 5ª de feria. Casi lleno.
Cuatro erales de Daniel Ramos, bien presentados y buenos en líneas generales. Sobresalió el 2º.
Pedro José Aguilar “El Jareño”, de la Escuela de Málaga: silencio y oreja.
Santiago Sevilla, de la Escuela de Valencia: silencio y silencio tras aviso.
Artículo publicado en burladero.tv
