Os cuento un poco nuestra situación: somos una familia de Ucrania. Yo me llamo Nina y mi marido Alex. Tenemos dos niños qué van al cole de Santa Ana. Vivimos en Algemesí más de 15 años y estamos súper contentos de este lugar y de su gente.
Nina Kasimova.- Nadie podía imaginar que la noche del 24 de febrero cambiará todo. Empezamos a recibir llamadas a las 4:55 h. de nuestros familiares de Ucrania. Fue muy duro escuchar cómo lloraba la madre de mi marido, que es una mujer muy fuerte y muy razonable, diciéndonos que había empezado la guerra.
No dudamos ni un segundo qué todos tenían qué venir a nuestra casa. Todos nuestros valores cambiaron en menos de un segundo.
Con mucho refuerzo y miedo, a nuestra vivienda vinieron 15 personas. Y desde el primer momento vosotros españoles estabais con nosotros. Y nosotros queremos qué sepáis a través del periódico La Veu d’Algemesí que sois muy grandes. De parte de todos ucranianos, de padre de nuestros familiares, de padre de nosotros queremos gritar ¡¡¡GRACIAS!!!
Una chica de Mercadona, que se llama Miriam, en la caja me pregunto cómo estábamos cuando yo compraba cosas para nuestros invitados, y sin esperar mi respuesta cogió mi número y esta misma noche nos trajo de todo: ropa, comida, carne, productos de higiene… de todo. Yo no tengo palabras para agradecerle a ella y a su familia.
Y con esto no ha parado la ayuda por parte de ellos. También queremos que se sepa que el grupo Scout Marista de Algemesí nos ha preparando cajas de comida, ropa, pañales… ¡Muchas gracias!
Gracia al Colegio Santa Ana. Todos los profesores se unieron para ayudarnos. Yo lloraba y lloro contando cuando me llamó el profesor José ofreciendo ayudarme con lavar la ropa para reducir un poco nuestros gastos. Luego compró ropa de verano para los niños. ¡Gracias! Leticia preguntándome todo este tiempo si estamos bien. Los profesores de mis hijos Vanesa, Silvia, Carmina, Mari Paz, Juan Miguel, Amparo, Mari Carmen… todos ayudándome con los estudios de los niños porqué se quedaron sin sitio donde estudiar, preparando cajas de comida, compartieron su ropa… Y más apoyo psicológico qué hicieron y están haciendo para nuestra familia. Pido perdón por no poder nombrar a todos profesores qué aún no conocemos, pero sé qué cada de uno de vosotros nos ayudasteis. ¡Gracias!
También queremos dar las gracias a nuestros vecinos y amigos (Lyudmila y Miroslav) que desde el minuto uno nos estaban trayendo colchones, ropa de cama, dinero y todo lo qué nos podía faltar, abriendo sus puertas para gente qué no conocían. ¡Gracias!
Mil agradecimientos a Cruz Roja de Algemesí, porque gracias a ellos ahora todas las familias tienen alojamiento y están bien cuidadas.
Estoy súper orgullosa de haber tomado la buena decisión de venir a España y de haber conocido a todos ustedes. No me canso decir ‘gracias’ por todo. ¡Sois grandes!