Este viernes 15 de Noviembre el salón de plenos del Ayuntamiento de Algemesí acoge la visita de un fanático independentista para presentar un libro que, según Pagès Editors, se titula “Breu Història dels Castells i la Muixeranga als Països Catalans”, de Jordi Bertran, primer volumen de la Biblioteca Bàsica dels Països Catalans, dirigida por el independentistas y ex-líder de ERC Josep-Lluís Carod-Rovira.
PP Ribera Alta.- Sin embargo, la web del Ayuntamiento de Algemesí anuncia el acto como la presentación de “Breu història de la Muixeranga i els Castellers”, que es un título significativamente diferente, quizá porque siente vergüenza, pero que no tiene ningún pudor en invitar a un individuo que se atrevió a pedir a ETA que “cuando queráis atentar contra España, os situéis, previamente, en el mapa” antes de matar en Cataluña, porque esto no es España.
Un fanático que ha provocado grandes pérdidas para la economía valenciana apoyando a los CDR que se congratulan de haber colapsado en el último mes las grandes vías de comunicación, así como de haber bloqueado el acceso de mercancías que han causado «grandes pérdidas económicas». Según Carod “Tenemos que crear un buen problema a la estabilidad económica y política de España para forzar una buena solución”.
No necesitamos que venga nadie a reírse de nosotros, a burlarse en nuestra propia cara, contento de sembrar el caos y de habernos causado grandes pérdidas especialmente en el sector agrícola por sus productos perecederos. Por día, las pérdidas son de al menos 15 millones de euros, pero hay que sumar la mercancía facturada y que el cliente no ha recogido debido al deterioro tras días de retraso, en un mes esencial para las ventas.
Es esta la visita nada ilustre y vergonzosa promovida por un gobierno local que esconde la verdad bajo la sombra de un “patrimonio de la humanidad” haciendo apología del independentismo, que no está a la altura de sus ciudadanos ni de la defensa de sus tradiciones cediendo a las pretensiones separatistas antes que defender la economía comarcal y el puesto de trabajo de miles de ciudadanos. “Vergonya de representants”