Carlos Bueno
Leo Valadez y Andy Younes abrieron la puerta grande tras lidiar una novillada de Domingo Hernández de gran clase con un ejemplar de vuelta al ruedo y otro que también la mereció.
Andy Younes toreando con la mano abajo el cuarto de la tarde. MOISÉS CASTELL
Hubo que esperar hasta la salida del último novillo del festejo para vivir los momentos más intensos de la tarde. Toda la función tuvo materia y argumentos para la emoción gracias al buen juego de los de Domingo Hernández, pero la faena de Andy Younes al cuarto fue, sin duda, la más compacta y torera. Se había premiado con la vuelta al ruedo al primer ejemplar, y con más motivos se le debería haber dado a éste, más claro y de clase excelsa. Tuvo fijeza y prontitud en sus arrancadas, y repitió muy por debajo de principio a fin, cualidad ésta que había sacado todo el encierro con el matiz de la durabilidad.
El francés lo vio claro desde el preámbulo de su labor que había iniciado con varios pases cambiados por la espalda con las zapatillas atornilladas a la arena. Con la atención del público captada, Andy fue desgranando su toreo elegante con naturalidad pero sin perder ni por un momento el control. Mandó él con firmeza, con la autoridad que da el temple prendido con los flecos de la franela. Surgió todo muy ligado, incluso los recursos con los que resolvió en momentos comprometidos, y todo estuvo presidido por un halo de torera gracia. No estuvo bien matando, pero la tarde venía embalada en cuestión de trofeos y a sus manos fueron a parar las dos orejas del sensacional utrero de Domingo Hernández.
Con el primero de su lote firmó un quehacer intermitente. Sacó a relucir oficio pero no siempre consiguió templar a su antagonista, que se empleó como sus hermanos pero duró poco. A éste sí que lo mató de certera estocada.
Tampoco estuvo especialmente templado Leo Valadez con el que abrió festejo, un magnífico ejemplar que demandaba la media distancia para ponerse a repetir sus embestidas sin descanso. La faena transcurría con voluntad pero entre la indiferencia general hasta que recetó una tanda final de manoletinas hincado de rodillas. La estocada contraria tampoco fue óbice para que le fuera entregado el doble premio.
La labor al segundo de su lote, que había empezado con buenas perspectivas, decayó a la par que disminuía el brío del novillo sin que el mejicano consiguiera mantener el ritmo. Por momentos faltó acople, sobre todo toreando al natural, y su afán y técnica no fueron suficientes para contrarrestar la falta de intensidad de la faena.
Ficha del festejo:
30 de septiembre de 2016. Algemesí, 7ª de feria. Casi lleno.
Cuatro novillos de Domingo Hernández bien presentados, de buen juego en general y con mucha clase. El 1º, de nombre “Misterioso”, fue premiado con la vuelta al ruedo. También el 4º resultó excelente. Duraron menos 2º y 3º.
Leo Valadez: dos orejas y vuelta al ruedo por su cuenta.
Andy Younes: oreja y dos orejas.
Artículo publicado en burladero.tv
