5 de Feria. El tapado se destapó
Jordi Pérez, que figuraba como sobresaliente, mató el sobrero y le cortó las dos orejas después de una entregada y emocionante faena. Le acompañó a hombros Borja Collado, muy firme y valeroso, y un apéndice consiguió Miguel Polope después de una tarde intermitente. Interesante novillada de Aída Jovani, con motor y casta, de la que sobresalieron dos buenos ejemplares.
No estaba previsto que lidiase ningún novillo, pero en el sorteo matinal la organización decidió que, si el sobrero no saltaba a la plaza, sería lidiado en quinto lugar por Jordi Pérez, que en el cartel figuraba como sobresaliente. Y al final fue él quien se llevó el gato al agua. “El niño de las monjas”, que así le llaman por estar interno en el colegio Inmaculado Corazón de María de Valencia, es un chaval con una conexión con los tendidos sorprendente. Su carita de niño tímido con hambre de éxito en los ojos capta la atención del público de inmediato. Cautiva la mezcla de modestia y ambición que irradia. Y convence su actitud desde el momento en el que se hace presente sobre el albero.
Y su actitud no tiene otro secreto que la sinceridad. Se puede ser escéptico con él, porque es cierto que todavía tiene muchas lagunas técnicas. ¿Cómo no las va a tener si apenas ha toreado en media docena de ocasiones? Pero nadie puede discutir que su intención es ser torero por encima de todo y por encima de todo “está en novillero”. Intervino en quites, replicó y contrarreplicó. Unas veces salieron los capotazos más limpios y otras más tropezados, pero siempre se ajustó las embestidas al máximo.
Recibió a su novillo con un puñado de largas cambiadas de rodillas y después toreó con ajuste y exposición, tragando sin pestañear cuando había que hacerlo, tirando con autoridad de su antagonista siempre muy asentado de zapatillas, todo con extraordinaria entrega, muy de verdad. Y claro, el respetable no quitó ojo de su quehacer. Se tiró a matar en rectitud, atracándose de toro, y la espada quedó ligeramente delantera, pero dobló el animal y los tendidos se volvieron un manicomio pidiendo el doble trofeo, también dos monjitas de la Congregación Madres de Desamparados, titulares del colegio de Jordi, que vieron la actuación en una peña y mientras una grababa la actuación de su alumno la otra rezaba a la beata Petra, fundadora de la comunidad.
Le acompañó en la salida a hombros Borja Collado, novillero de sobrado valor y demostrado oficio. Recibió al primero con cuatro faroles de rodillas a modo de tarjeta de presentación y después tuvo que esforzarse para evitar su molesto calamocheo. Brilló especialmente cuando acertó a bajarle la mano con autoridad. El segundo de su lote no quería humillar y el de Torrent lo llevó a su altura durante los primeros compases de faena para ir obligándolo a medida que ésta transcurría. Se paró pronto por el pitón izquierdo y aprovechó los momentos en los que el chaval se quedó descolocado para alcanzarle y zarandearlo hasta en tres ocasiones. Ni se inmutó Borja que siempre volvió a la cara del astado sin mirarse para seguir su labor con raza.
Atendiendo a cómo ha estado Miguel Polope en actuaciones anteriores, podría decirse que en esta ocasión se le adivinó un tanto desdibujado, contrariado cuando las cosas no salían como él pretendía. No sacó a relucir la naturalidad que siempre le ha caracterizado y pareció encorsetado en un intento de torear bonito por encima de torear con mando, que era lo que necesitaban sus antagonistas. En su defensa hay que argüir que su primero empeoró la condición a medida que transcurría la lidia y su segundo embistió un tanto rebrincado. Ante este ejemplar Polope salió más dispuesto y logró transmitir su personalidad de forma intermitente.
Los novillos de Aída Jovani tuvieron una extraordinaria nobleza y en ciertos momentos sacaron las complicaciones que conlleva la casta. Había que estar muy firmes y autoritarios con ellos para que rompiesen a embestir con entrega. Tuvo transmisión el cuarto y fue más suave el quinto.
Ficha del festejo:
27 de septiembre. 5ª de Feria de Algemesí. Casi lleno. Cinco erales de Aída Jovani, muy bien presentados y buenos en general, aunque con las complicaciones de la casta. Sobresalieron 4º y 5º.
Borja Collado: oreja y oreja.
Miguel Polope: silencio tras dos avisos y oreja.
Jordi Pérez, que lidió el sobrero: dos orejas.
Artículo publicado en burladero.tv