Carlos Bueno
Una oreja para el oficio de Ángel Téllez y otra para el valor de Daniel Martínez, que demostraron en Algemesí que en las escuelas taurinas hay mimbres para ilusionarse con el futuro.
Daniel Martínez toreando al natural. MOISÉS CASTELL
Dos buenos erales lidió Daniel Ruiz en la cuarta del abono algemesinense, la primera de las dos funciones dedicadas a alumnos de escuelas taurinas. El que abrió festejo fue sin duda el mejor, fijo, pronto, con recorrido y entregado en cada muletazo. En ese son pero con un punto menos de transmisión acabó siendo el segundo. El tercero llevó el hierro de Daniel Ramos y se quedó más corto, resultando un tanto áspero. Y el titular que cerraba la tarde embistió rebrincado y sacó dificultades.
Ángel Téllez, de la escuela de Madrid, sacó a relucir oficio, variedad y disposición. Quizá le faltó profundidad muleteando al primero, pero se mostró muy firme, seguro y asentado de zapatillas para aguantar sin inmutarse miradas y parones del segundo de su lote. Lástima que éste tardase en caer después de una estocada bien ejecutada.
Valor por encima de cualquier otra aptitud mostró el local Daniel Martínez, que firmó una primera faena templada y ligada que no tuvo premio porque el animal también dilató el momento de doblar las manos. El último lo volteó varias veces y cada una de ellas el novillero se levantó sin mirarse y presto a volver a la cara un astado complicado de embestida rebrincada. Su decisión, entrega y la verdad de su concepto acabaron siendo reconocidas con una oreja que valoraban el conjunto de su actuación.
Ficha del festejo:
27 de septiembre de 2016. Algemesí, 4ª de feria. Casi lleno.
Tres erales de Daniel Ruiz y uno, el 3º, de Daniel Ramos, desiguales de presentación y juego. Sobresalieron 1º y 2º.
Ángel Téllez, de la Escuela de Madrid: oreja y vuelta al ruedo tras aviso.
Daniel Martínez, de la Escuela de Valencia: saludos y oreja tras aviso.
Artículo publicado en burladero.tv
