Carlos Bueno

Carlos Bueno


Mario Palacios salió a hombros en la segunda de la feria de Algemesí, en la que se lidió una novillada de buen fondo de Aída Jovani que debutaba con picadores. Carlos Ochoa y el rejoneador Raúl Martín Burgos se marcharon de vacío.
 
 
 
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Mario Palacios protagonizó la primera salida a hombros de la Setmana de Bous 2017. MOISÉS CASTELL


El debut frente a los del castoreño de la divisa castellonense de Aída Jovani era uno de los alicientes del segundo festejo de la feria de Algemesí. Los reiterados éxitos conseguidos en novilladas sin picadores avalaban la apuesta por subir de escalafón. Y el resultado, sin ser el deseado por Pedro, el ganadero, y su hija Aída, no decepcionó. Es cierto que no saltó al albero ningún ejemplar extraordinario en todas sus cualidades, pero bajo el común denominador de la nobleza, hubo dos astados de buen fondo y gran calidad.
Uno de ellos el segundo de la tarde, muy al límite de las fuerzas, y el otro el que salió en cuarto lugar, sin duda el mejor. Con un ápice más de brío éste hubiese sido importante de verdad. Tenía fijeza, la cogía por abajo, se desplazaba largo y tenía voluntad de repetir, pero duró poco. Del resto señalar que resultó manejable el primero, pronto y humillado, y no tuvo clase el último. En defensa de la novillada hay que alegar que en general los de a caballo se cebaron bien con ellos. En definitiva, que Jovani tiene materia para seguir trabajando con ilusión, afición y esperanza.
La puerta grande se abrió para Mario Palacios por dos faenas sin demasiada historia pero bien resueltas con el estoque. Permitió que el varilarguero masacrara al que abría plaza y después no acabó de encontrar todo el temple deseable para resolver las protestas del astado. Dejó mejor impresión frente al segundo de su lote, el más sobresaliente del festejo, ante el que llevó a cabo una faena dispuesta, suave y de mayor temple en la que hubo fases de toreo ligado y variado.
Carlos Ochoa le dio tiempo al segundo de la tarde entre tanda y tanda para que se recuperara y pudiese mostrar la calidad que atesoraba, pero ni eso ni su seguridad, firmeza y buen gusto fueron suficientes para que su quehacer acabase tomando vuelo. El deslucido que cerró la tarde no le dejó encontrar soluciones para tapar sus desiguales embestidas. Quizá si le hubiesen cuidado en varas su comportamiento hubiera sido otro.
No fue la mejor tarde de Raúl Martín Burgos, obstinado en clavar, clavar y clavar. Dos rejones de castigo, y no hubo un tercero porque la presidencia no se lo autorizó; ocho banderillas, y otras dos que cayeron al albero; y una rosa que se empeñó en poner a pesar de la reticencia del palco. Difícil entenderlo cuando su antagonista, con el hierro de Prieto de la Cal, estuvo siempre distraído y muy parado.
Ficha del festejo:
24 de septiembre. 2ª de Feria de Algemesí. Casi lleno. Cuatro novillos de Aída Jovani, manejable el 1º, con buen fondo pero sin fuerzas el 2º, con calidad el 4º y deslucido el 5º, y uno de Prieto de la Cal lidiado el tercer lugar para rejones, descastado.
Mario Palacios: oreja y oreja.
Carlos Ochoa: silencio y silencio.
Raúl Martín Burgos: silencio.
Artículo publicado en burladero.tv